Benigno Martínez Magdalena, de Turón (Mieres) nació el 31 de diciembre de
1904,
era hijo de Benigno Martínez y de Delfina Magdalena, quienes
tuvieron una numerosa familia de 10 hijos,
seis varones y cuatro mujeres. Su progenitor, de profesión
relojero tenía taller en Turón y posteriormente abrió otro en la
capital del concejo, en Mieres. Fue en esta ciudad, en donde el
ferrocarril tenía tanta presencia urbana en que el joven Benigno fue
atropellado y como consecuencia de ello sufrió la amputación de la
parte inferior del pie derecho.
La
profesión de su padre y el desarrollo de los talleres hicieron que
al menos de tres de los seis hijos varones (el propio Benigno, Manuel
y Nicasio) encontremos referencias de su profesión de relojeros. De
los otros tres (Laureano, José y Juan) sabemos que el primero emigró
a La Argentina y el último y más joven de todos cursó algún tipo
de estudios. De las cuatro mujeres (Adela, Herminia, Cecilia y
Josefina) tenemos constancia de que se encontraban todas ya casadas,
antes de la guerra civil.
Toda
la familia mostró un fuerte compromiso con la República y sus
valores a lo largo del corto periodo de su vigencia, en una zona -la
del Valle del Caudal- en donde el arraigo de la causa fue
significativo, lo mismo que el de las organizaciones sindicales y
políticas especialmente las socialistas, ideología con la que toda
la familia se sintió identificada. Y al final de la guerra el
balance para esta familia, fue realmente trágico, como veremos.
Avanzada
la década de 1920 Benigno –conocido familiarmente como “Nino”-
se encontraba trabajando regularmente en el taller y comercio
familiar y ya instaurada la República, en 1933 ingresó en el PSOE,
en la Agrupación Socialista de Mieres. No podemos precisar el
momento, pero de esa época es su afiliación a las Juventudes
Socialistas (Juventud Socialista Asturiana). Es esta militancia debió
vivir los días de las elecciones de 1933, y el inicio del bienio
negro, y los acontecimientos que derivaron en la Revolución de 1934.
En
ella participó activamente Nino. Sobre estos acontecimientos
señalaría más tarde: “fui
represaliado en la revolución de octubre del 34, por tomar parte
activa en la misma, teniendo que emigrar al extranjero”.
Por su actividad fue procesado aunque tardíamente, pero al no poder
ser notificado, lo que nos lleva a pensar que debía estar escondido,
o al menos en situación semiclandestina, se publicó una
requisitoria, en diciembre de 1935, bajo apercibimiento de ser
declarado rebelde, sino se presentaba en plazo de diez días: Se le
identifica como “Martínez Magdalena, Benigno (a) El Cojo…
domiciliado últimamente en Mieres” y se le acusaba de un delito de
rebelión militar , en la causa que se sustanciaba en el Juzgado
militar nº 1 de Mieres.
De
la familia, a raíz de los citados hechos revolucionarios, fue
detenido su hermano Nicasio, tres años mayor que él, lo fue el 5 de
diciembre de 1934. Tras su detención fue conducido al Colegio
Cristiano (Colegio Santiago Apóstol, de los Hermanos las Escuelas
Cristianas, convertido en cuartel de la Guardia Civil), allí fue
apaleado, lo que le ocasionó la fractura de un brazo, por lo que fue
hospitalizado, y dado de alta fue nuevamente torturado en las citadas
dependencias.; posteriormente fue trasladado a la Cárcel de Oviedo.
En dicha cárcel coincidió con el esposo de su hermana Josefa, Juan
Pablo García Álvarez,
destacado dirigente socialista, abogado de profesión, que terminaría
siendo en el período de guerra la máxima autoridad judicial en la
Asturias republicana
.
Roberto
Ceamnos Llorens, que estudió el exilio en Francia de los
revolucionarios del 34,
identificó a partir de la documentación de archivos franceses
-entre ellos los departamentales de las cinco departamento limítrofes
con España- la entrada de doscientos setenta y cinco refugiados y
nos aporta datos de los viajes de estos, rutas, cruces de fronteras y
sus vicisitudes. De un grupo de ellos, dice:
Otros
revolucionarios, que permanecían en libertad supervisada, decidieron
escapar. cuando fueron acusados por
un tribunal militar… En
Mieres, Patricio Carro
y Benigno Martínez también acudieron a Madrid como primer paso para
salir de España cuando supieron que iban a ser juzgados en Oviedo
por consejo de guerra. En la sede del PSOE les aconsejaron refugiarse
en Francia hasta que se concediera una amnistía. Hubo
quienes llegaron en noviembre y en diciembre de 1935. Patricio Carro
y Benigno Martínez, que viajaron juntos desde Madrid, cruzaron
la frontera por las afueras de Le Perthus en la mañana del 24 de
noviembre y la noche siguiente llegaron a Perpignan, donde un
compatriota les aconsejó que se presentaran voluntariamente al
comisario especial, y eso es lo que hicieron la mañana del 26 de
noviembre.
El
triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936
permitió que se aprobara una amnistía y el retorno de los
exiliados, por lo que Benigno retornó con carácter inmediato.
Tras
el golpe de estado de 18 de julio de 1936 se alistó como voluntario
(“desde
el comienzo de la sublevación facciosa me marché voluntario al
frente, en donde estuve cinco meses”,
declararía después), aunque su ingreso formal está documentado el
7 de setiembre de 1936
En
los inicios de 1937, Benigno pasa a formar parte de las Milicias de
Retaguardia, como agente, puesto en el que permanece hasta el final
de la guerra en Asturias. Las funciones de éstas eran las propias de
la policía, vigilancia y seguridad. En este empleo estuvo en la
sección rural, y en el concejo de Aller, al menos en los meses de
marzo y abril de dicho año. Posteriormente fue trasladado al
Departamento de Guerra del Consejo de Asturias y León.
De
las trágicas consecuencias que a la familia de Benigno supuso la
guerra antes de finalizar la misma en Asturias, cabe señalar que: su
hermano Nicasio formó parte del Batallón Asturias nº 18 (Mieres,
nº 3 de los de Dutor) que mandaba Jesús Posada Iglesias, y que
participó desde los primeros momentos en el cerco de Oviedo; allí
moriría en las posiciones de San Esteban de las Cruces el 23 de
septiembre de 1936, estaba soltero. Sin poder precisar fecha y lugar,
sabemos que su hermano mayor José (casado, con hijos, afiliado a la
Agrupación Socialista de Mieres, FSA-PSOE) también murió en
combate. Lo mismo que José Espeso Díaz -en Arriondas (Parres)-
esposo de su hermana Herminia (natural de Palencia, nacido en 1899,
minero, afiliado a la Agrupación Socialista de Mieres; durante la
guerra trabajó en el Departamento de Comercio; sargento –aunque en
algunas referencias figure como teniente).
Cuando
se abre el periodo de solicitud, ante el previsible fin del Frente
Norte, Benigno solicita del Consejo de Asturias y León pasaporte de
evacuación. También existe constancia de haber sido solicitado
dicho documento por las cuatro hermanas, pero no todas acabaron
saliendo, dos de ellas quedaron en Asturias. De los hermanos solo
Manuel no evacuó. Juan y Benigno lo debieron hacer en sus unidades o
servicios de encuadramiento.
Finalizada
la guerra fueron fusilados su hermano Manuel, en Oviedo, el 10 de
julio de 1938, y previamente - también en Oviedo- el 9 de marzo de
1938, su hermana Adela. Ambos enterrados en la fosa común del
cementerio de Oviedo.
No
salió de Asturias tampoco su hermana Cecilia, detenida en el célebre
Colegio Cristiano de Mieres y que terminaría en el Campo de
Concentración de Arnao – Figueras (Castropol): estaba casada con
Luis Losa Martínez, también procesado y preso en Oviedo.
Sí
lo hicieron las otras dos hermanas, Herminia, que unos días después
perdería en el frente a su esposo, como señalamos; y Josefina,
con la familia que podía ser evacuada, a los que se les concedió un
pasaporte colectivo.
En
dicho pasaporte figuraba la madre de ambas, Delfina Magdalena
Argüelles, que había quedado viuda –su esposo murió en
Villaviciosa-
de 64 años, la hija de Herminia, Aurora Espeso Martínez, de 17
años, y la de Josefina, Rhea Volga García Martínez, de 3 años. A
estas las acompañaba la madre de su esposo Juan Pablo García
Álvarez, Jesusa Álvarez García, de 55 años, viuda, cuyo esposo
había sido asesinado en el Oviedo sitiado en los primeros días de
la guerra; y también la hija política de ésta, Delfina Ordoñez,
de 19 años, y su hija de 4 meses, Lilí García Ordoñez.
Salieron
en el mercante inglés, Stanmore,
junto a más de 2700 asturianos, en uno de los más numerosos
traslados, hacia Francia, cuando el frente de lucha estaba a las
puertas de Llanes. Partirían desde Ribadesella el 4 de septiembre de
1937 y llegarían a La Pallice (La Rochelle – departamento de
Charente Marítimo) siete días más tarde.
Todos reingresaron en territorio republicano en Cataluña, a donde
fueron conducidos en tren.
El
menor de los hermanos, Juan, también terminó en Barcelona, y estuvo
afiliado a la Agrupación de Socialistas Asturianos (ASA-FSA). En los
inicios de 1937 había accedido a la Academia de Artillería, y
ostentaba la graduación de teniente. Todo parece indicar que
continuó en alguno de los frentes del este. Al finalizar la guerra
fue procesado, permaneciendo un tiempo en la cárcel donde contrajo
la tuberculosis, obteniendo la libertad y falleciendo en casa.
No
podemos precisar el lugar de salida ni el barco en que lo hizo
Benigno, al que encontramos en Barcelona antes de finalizar el mes de
octubre. Es el 25 de octubre la fecha en que señala se adhiere a la
Agrupación Socialista de Asturianos (ASA), que se estaba creando
entonces, heredera de la FSA. Ello nos hace pensar que no debió de
evacuar en época tardía. Su ficha de afiliación, al margen de
señalar en síntesis su historial político-social (Revolución del
34, Milicias, y Consejería de Guerra) no da más detalles de
domicilio ni militancia más allá de señalar la afiliación al PSOE
desde 1933.
Estando
en Barcelona, y a través del Centro Asturiano de Cataluña, Benigno
gestiona ante la Oficina de Manuel de Irujo, ministro del gobierno de
Negrín -sin cartera entonces, que había sido de Justicia- la
solicitud para que sus familiares presos fueran canjeados. Se llevaba
a cabo esta acción, con ningún éxito en este caso, a través del
Centro Asturiano de Cataluña, auténtico Consulado de Asturias, y
entidad que aglutinó toda la gestión de acción social y
asistencial de nuestros refugiados en dicha región. Con fecha 4 de
agosto de 1938 lleva a cabo la gestión para sus hermanas Cecilia y
Adela, los esposos de ambas, Luis Losa Martínez y José Espeso Díaz
y también su hermano Juan.
Aunque
desconocemos el itinerario de Benigno a partir de la Retirada en
febrero de 1939, si sabemos que su hermana Herminia y su hija se
asentaron en Angulema, donde se llegó un numeroso grupo de
españoles, desde los inicios de la entrada en Francia. También
sabemos que la otra hermana y su esposo e hija salieron temprano para
América. Y en dicha ciudad debía encontrarse Benigno, pues tuvo
domicilio en el 445 de la Route de Bordeaux, en donde debió de
comenzar a colaborar con la resistencia como tantos republicanos
españoles, ya allí, ya en Burdeos, a donde viajaba por residir allí
su novia.
Su
hermana posteriormente (1952) en el expediente de declaración de “no
retornado” [de la deportación] señalaría textualmente:
“En
el curso de uno de estos viajes a Burdeos, acompañado de su amante,
de la que no sé más que su nombre, Mary, casada después y emigrada
a América con su marido, parece -según lo que mi hermano le explicó
a una chica durante una visita al campo de Compiégne- que se
desprende que estaba en una reunión con compañeros de las
resistencia, cuando fue arrestado”
Conocemos
–escuetamente- que fue detenido el 16 de noviembre de 1942, sin que
sepamos la autoridad y cárceles que recorrió desde Burdeos hasta
llegar París, y fue llevado al Campo de tránsito e internamiento de
Royalties (Stalag
122), en la Villa de Compiégne (departamento de L’Oise). En la
documentación de ingreso figura como ordenante de la deportación el
BDS de ParísDesde
el campo señalado salió deportado en un convoy formado por 1944
prisioneros el 17 de enero de 1944 hacia el Campo de Concentración
de Buchenwald. Desde Francia salieron con tal destino quince
convoyes, en el bienio 1943/44, de ellos 10 desde Compiégne, el suyo
fue el primero de dicho año.
Formaban
parte de este convoy, de deportados mayoritariamente franceses, 230
españoles, de ellos, tres asturianos más: Manuel García Rodrigo de
Avilés; Baldomero Conde, de Oviedo, y José María Alfredo Rodríguez
Velasco, de Aller.
A
partir del relato de este último, su nieta Marie Rodríguez,
escribió un texto en francés A
chacun son dû, roman biographique, alternado
capítulos de vida en el campo con otros de la previa en Asturias,
primero, y en Francia, tras el fin de la guerra y a su retorno.
Refiere así el final del viaje y la llegada a Buchenwald.
El tren se detiene.
Hemos llegado ¿Dónde estoy? No sé. Sé que ya no estamos en
Francia y que estuvimos tres días y dos noches viajando. Salimos de
Compiègne el 17 de enero. Es el 19 de enero de 1944 y está oscuro.
La luz y el sonido de las botas se mezclan con los ladridos de los
perros cerca del carruaje poco antes del crujido de las cerraduras de
la puerta que finalmente se abre. Cuando abrimos la puerta, entró un
aire helado que nos resultó inmensamente agradable comparado con el
calor brutal que habíamos acumulado durante este abominable viaje.
Schnell".
Descendemos entre los gritos de las SS, dejando atrás a aquellos que
no resistieron la primera prueba. "Schnell". Corro por el
gran callejón que nos lleva al campamento, el Caracho Weg,
la carretera principal que une la estación con el campamento. “Jedem
das Seine” (a cada uno con lo suyo). Estoy frente a un gran cartel
en la puerta de entrada del campamento. ¡He llegado a las puertas
del infierno! Frente a esta inscripción que ahora puedo ver todos
los días desde el interior. “Jedem das Seine” (a cada uno con lo
suyo).
En
la ficha básica de registro del KZ de Buchenwald,
a partir de su declaración obtenemos algunos de los datos señalados
hasta aquí. Se registra como fecha de nacimiento el 4 de diciembre
de 1.908, casi cuatro años menos de la fecha real, de estado casado,
con María M. sin precisar el apellido, que bien pudiera ser el
Martínez (de casada), sin hijos, con el domicilio señalado en
Burdeos en el nº 11 de Impasse de les Teneries, en lugar muy
céntrico de Burdeos, lindante con el parque conocido como Jardin
Publique.
Queda
registrado en ella su número 39.470, su descripción personal,
la autoridad que lo remite (ya señalado BDS) y que carece de
antecedentes penales. En la parte central de la misma con recuadro a
lápiz rojo señala “Meerschaum”, ya que su deportación se
realizó en el marco de esta operación “Espuma de Mar”.
Su destino dentro del campo fue los blocks
60,
apareciendo el 61 en alguna de las fichas.
El
23 de abril de 1944 (tres meses después de su llegada a Buchenwald)
escribe una carta a Angulema a su hermana Herminia. Llevaba en dicho
KZ tres meses y cuatro días, y por lo señalado en ella, en
Compiégne estuvo los tres meses últimos sin noticias. De lo
señalado en el inicio de la carta parece desprenderse que recibió
noticias (¿por algún internado?), cuando relata el placer que le
causa saber “que estáis todas sanas”, referido a su hermana,
Aurora la hija de ésta y su esposa Mary, que vivía en Burdeos, en
concreto en el número 11 del Impasse de les Teneries. La carta es
para enviar posteriormente a Mary, a quien desde Compiégne - señala-
le envió una maleta. Se extraña del silencio de la familia y el
detalle de la petición de alimentos y tabaco expresa crudamente cual
debía ser su situación.
No
parece que la carta la hubiera escrito él directamente –salvo la
firma- ya que no parece su caligrafía, ni tendría el nivel de
alemán para hacerlo, incluso el error de señalar a Aurora [Espeso]
como prima en el encabezamiento y no en la despedida apunta en la
misma dirección. Por otra parte, sobre la referencia al “primo
Ignacio en Beziers” aventuramos –con todas las reservas- que
pudiera tratarse de un mensaje en clave.
Querida
mujer, hermana, prima. Mi mayor placer ha sido saber que estáis
todas sanas. No me siento muy bien, pero no es nada importante.
Sabrás lo impaciente que estoy porque llevo más de 6 meses sin
mensajes. Ya he escrito 4 veces y hasta hoy tampoco recibí mensajes
y paquetes. La tarjeta 1ª fue enviada a Mary a Burdeos y la otra a
vosotras ¡¡¡Porqué este completo silencio!!! - Le envié a Mary
una pequeña maleta desde Compiègne, también las zapatillas. Todos
los internados aquí reciben paquetes de sus familias y de la Cruz
Roja. Yo también obtuve el de Cruz Roja, pero deberíais poneros en
contacto. Comunicad con la Cruz Roja en Angulema y llevad esta carta,
se puede pagar una pequeña cantidad y me enviarán un paquete, tan
pronto como reciban esta carta pueden enviarme inmediatamente un
paquete con comida enlatada, leche condensada, chocolate, azúcar,
mermelada, galletas. Lo que puedas. - No importa el registro. No
tengo tabaco ni cigarros. Presta especial atención en la lectura de
mi dirección. Una vez leída, envía mi carta a Mary. Espero que me
respondas pronto y me digas, por favor, cómo está toda la familia.
Escribe a mi primo Ignacio en Beziers y pedirle para ella 2000
francos. Saludos a todos y te beso muy fuerte. Tu esposo, hermano y
tío, Nino.
El
hecho de no recibir correspondencia y el subsiguiente aislamiento
obedece al status de prisionero que la Policía alemana daba a los
resistentes en la Francia ocupada y al programa de deportación
Tras
casi un año en el Campo de Buchenwald, recién cumplido los 41 años,
muere el 4 de enero de 1945, oficialmente a las 4:00 h., indicando el
parte médico como causa una sepsis por erisipela facial.
Fue
dado de baja al día siguiente, en el “Informe de cambio” que
cada día se hacía –por la tarde. Una referencia al contenido del
mismo de fecha 5 de enero de 1945 nos da una idea del manejo de
datos, que esta maquinaria de muerte llevaba a cabo. El número de
efectivos presos era de 63.330 hombres, con las siguientes salidas:
a) 41 por fallecimientos, 9 políticos,
25 judíos,
3 trabajadores civiles, 1 vago; b) 504 hombres para la Brigada de
Construcción nº 10 remitidos a Sachsenhausen. Y las siguientes
entradas: 81 efectivos con destino al block 43. El saldo en la tarde
del 5 de enero era de 62.866 prisioneros.
Pocos
días después de su fallecimiento, el 2 de febrero de 1945, se hizo
el inventario de la ropa y útiles que había dejado. El hatillo
contenía: un abrigo de verano, una chaqueta, un pantalón, una
camisa, un calzoncillo, un suéter, una bufanda, un pañuelo, un
cinturón, un peine, unos guantes, un pasamontaña y un trozo de
zapato de cordón negro.
José
Luis Villaverde Amieva
(Documentación:
Maribel Luna Baragaño)
Grupo Deportados Asturias