Grupo Deportados Asturias: José Cuervo Álvarez, de Candás (Carreño)

Nacido en Candas el 6 de marzo de 1886. Hijo de Ramona Álvarez, natural de Cardo (Gozón) y de José Cuervo, natural de Candás. Regentaba una cafetería en dicho pueblo llamada “Café de la Marina”, fue por este café por donde cogieron el apodo de “Los Morrongos”, ya que en aquella época estaba de moda una canción que se titulaba “Ay morrongo, morrongo” y que era tocada con frecuencia por la gramola del café.
Era republicano y fue propuesto por el Consejo Provincial de Izquierda Republicana para Juez de Candás, cargo que se solicitó al Ministerio de Justicia, desconociendo si llegó a ocupar dicho cargo.
Afilado primero a la C.N.T, ingresa en las milicias de Asturias el 1-9-1936. Más tarde fue encuadrado en el Batallón Asturias nº 34 sin designación de Compañía y ya afiliado a U.G.T, alternando su actividad política con la regencia del Café de la Marina
Junto con su hermano mayor Luis y su sobrino José, una vez tomada Asturias por los nacionales, el 20 de octubre de 1937, el Consejo Soberano de Asturias y León, ordena la evacuación por vía marítima. José, su hermano Luis y su sobrino “Pepín”, cogieron un vapor, posiblemente el “San Telmo” o el “Carreño”. Se embarcó rumbo a Barcelona con la intención de continuar allí su lucha contra los sublevados. Una vez allí, los tres familiares, el 5 de noviembre de 1937, fueron recomendados por un miembro del Gobierno de la Generalitat para que fueran trasladados como refugiados a Tárrega, población sita en Lleida.
Una vez tomada Cataluña, José y su sobrino “Pepín”, entraron como refugiados en Francia, ya que su hermano Luis falleció y no pudo llegar a exiliarse. Fueron detenidos por la Gestapo en colaboración con el gobierno de Vichy, se dice que cuando la detención estaban separados pero lo más probable fue que no lo estuvieran y los hayan detenido a los dos a la vez. Los dos partieron en tren desde Angulema (Francia) el 20 de agosto 1940, en el famoso “convoy de los 927”, deportados al campo de concentración de Mauthausen (Austria), a donde llegaron cuatro días después. Permaneció en dicho campo hasta el 24 de enero de 1941, fecha en la que fue trasladado al campo de exterminio de Gusen.
Poco tiempo duró su estancia allí, ya que dos meses después el 10 de marzo de 1941 fue asesinado en las cámaras de gas. Tenía 55 años
En la documentación confeccionada por el régimen de la dictadura durante la Guerra Civil, se culpa a los Cuervo, relacionándolos con las checas, de varios asesinatos de empresarios y gentes de derechas cometidos en Carreño.
Durante mi infancia nunca he oído tal cosa, todo lo contrario, ponían a Luis como un hombre de izquierdas, buen alcalde, el cual tenía las puertas de su despacho abiertas a todo el que le fuera pedir algo, y que incluso, con su intervención, libró de la muerte a algunas personas de otras ideologías distintas a las de él. Tan solo tengo referencia por lo que se hablaba, que cuando un amigo muy íntimo fue a detenerlo, ante las advertencias que le hacía para que se retirase, y este haciendo caso omiso de ellas, le disparó un tiro en una pierna sin que ello tuviera consecuencias graves. Tiene bastante transcendencia de que yo mismo, pariente cercano a los Cuervo, mi educación y por iniciativa suya, fue tutelada durante los años 50 por este amigo herido por Luis, siendo tratado en todo momento, como si perteneciera a su familia.
Otra razón por la que se confirma esto, es que durante los años cuarenta en plena posguerra, su madre Ramona, recibió en su casa la visita de varios miembros de derechas amigos de Luis, entre los que estaba un alto empresario de Madrid con fábrica en Candás, visitas muy corteses, en la que el empresario llegó a decirle a Ramona, “la beso a Vd. como lo haría con mi madre”, esto fue comentado durante bastante tiempo en la familia.

OTRAS ACLARACIONES SOBRE EL DESTINO DE ESTA FAMILIA
Durante la década de los cuarenta, para la familia siempre fue una incógnita el paradero y destino de José Cuervo y José García, ya que el fallecimiento de Luis si era conocido. Recuerdo que mis visitas a la casa donde vivían su madre y hermana, acompañando a mi abuela, hermana de José y de Luis y tía de Pepín, siempre los comentarios eran sobre la esperanza que sus respectivas madres albergaban de que aun estuvieran vivos.
No fue hasta junio de 1950 cuando el Ministerio de Antiguos combatientes y víctimas de la Guerra Francés, a través del Director de Contenciosos, Estado Civil e Investigación, comunica a sus respectivas madres el fallecimiento de tío y sobrino.
Posteriormente, ya a principios de los años sesenta, el gobierno alemán se puso en contacto con la familia donde ofrecían una pequeña paga a sus respectivas madres, cosa que no se pudo llevar a efecto porque ambas habían fallecido.
Como dijimos anteriormente esta familia regentaba un local de restauración llamado el Café de la Marina, sito en la actual calle candasina Ángel Réndeles, local de moda y muy concurrido antes de la guerra y durante una parte de ella, se trataba de un local de unos 100 m2
Después de la toma de Asturias por los sublevados, dicho local fue confiscado con todas sus pertenencias. Fue destinado en un principio a la organización franquista de Auxilio Social, más tarde a clínica del practicante de Candas y por ultimo edificio de Correos.
Todos los pertrechos y pertenencias de que estaba dotado el local, también fueron confiscados, la familia decía, que entre ellos tenía una valiosa cubertería de plata de la que se sospechaba que había ido a parar a las manos de una conocida familia candasina de derechas. Todo esto hizo que la familia se quedara en la más absoluta miseria, ya que nunca recibió ninguna compensación por este expolio. Solo tuvieron como recurso para vivir, un pequeño taller de sastrería que la hermana de Luis y José y madre de Pepín, tenía en su casa y allí arreglaba y confeccionaba ropa para parientes y conocidos. Los otros tres hijos de Inés, Luis, Plácido, e Inés “La nena”, todos ellos ya desaparecidos, pronto se pusieron a trabajar contribuyendo con ello a que la familia saliera adelante
En cuanto al trato por parte tanto de la policía, falange y guardia civil a la familia, se puede decir que esta no fue demasiado extorsionada, tan solo al principio cuando aún no sabían si se habían repatriado, hicieron alguna visita, tanto a casa de sus madres, como a la de mi abuela, pero tan solo una vez recibieron amenazas, para que dijeran lo que sabían del paradero de los repatriados, pero siempre sin emplear violencia alguna contra ningún familiar. Una vez enterados de la suerte que habían corrido, ya nunca más fueron molestados.

Biografía de Roberto García Muñiz
(Hijo de Inés Muñiz Cuervo, nieto de Etelvina Cuervo Álvarez y bisnieto de Ramona Álvarez.)
Documentación: Grupo Deportados Asturias