domingo, 13 de septiembre de 2020

Ángeles Álvarez Fernández "Arlette", de Caborana (Aller)

 

                                    (FAMILIA ÁLVAREZ FERNÁNDEZ)    


Nació el 26 de abril de 1928, en Caborana, parroquia minera del valle del concejo asturiano de Aller. Sus padres eran Amador Álvarez, minero natural de Rano del concejo de Quirós   y  Natividad Fernández , nacida en Oviedo. Ángeles era la sexta hija, la más pequeña cuando con seis meses su familia emigra a Francia en 1928 en busca de un futuro económico  tras la pérdida de trabajo del padre . En el país vecino se instalaron en la población minera de Àles, en el departamento de Gard , de la región del sudeste  Languedoc- Rosellon. Toda la familia Álvarez Fernández fueron miembros de la resistencia contra la ocupación alemana de Francia. El  padre murió combatiendo en el Frente de Aragón cuando regresó  a España  en 1936 para defender La II República frente al golpe de Estado franquista.

Ángeles participó desde los 12 años con el FN (Frente Nacional de lucha por la Independencia de Francia) tras el comienzo de la II Guerra Mundial. En 1943 fue detenida, con apenas 15 años, por difundir propaganda contra la ocupación nazi y contra las autoridades colaboracionistas del régimen de Vichy. En un corto período de tiempo son apresados  cuatro miembros de la familia :  Ángeles, Amador, Ángel y también su propia madre, Natividad.

Tras el paso por varias prisiones (como Alès y Nîmes), viene para Ángeles el campo de Brens (Tarn). Luego será llevada al campo de internamiento de Noé (Alto Garona),  prisionera aquí    cumplirá los 16 años y  se reencontrará con su madre, también internada. Hubo entre el personal del campo quien, al considerar la edad de Ángeles, le planteó la posibilidad de intentar sacarla de allí (lo cual le hubiera evitado la deportación), pero ella se negó rotundamente a abandonar a su madre.

Fue deportada a Ravensbrück desde la estación de Toulouse con su madre Natividad, al campo de concentración para mujeres al norte de Berlín. El convoy salió el día  31 de julio de 1944. Justo antes de la partida, Ángeles iba a escuchar unas palabras inquietantes de un soldado nazi que iban a quedarse en su memoria para siempre: “Y yo digo a un alemán: Pero, ¿dónde vamos? ¿Dónde nos llevan? Y nos dice: “Donde las mujeres guapas se ponen feas”. Así me contestó el tipo, en francés”.

El viaje a Ravensbrück dura diez días, de los que su peor recuerdo es la sed angustiosa.: 

 “ Estábamos todas con una sed que nos moríamos… por la noche, metíamos la lengua en la pared, en las rendijas del vagón… porque hacía un poco de frescura. ..Y no comíamos nada”.

Ángeles  tenía el número de prisionera 49689 y permaneció en el campo de concentración nazi casi un año. Centró sus esfuerzos en proteger a su madre, que por entonces rondaba los cincuenta años y a quien veía cada día más frágil y desmoralizada.

Ambas iban todavía a vivir unas circunstancias particularmente difíciles en los momentos finales de la guerra. El ejército soviético se acercaba y, al ser evacuado el campo, las presas fueron obligadas  a días de marcha interminables, una de las llamadas “marchas de la muerte” : “En Ravensbruck abrieron la puerta y salió todo el mundo fuera. Y a cada lado, alemanes con los perros y los fusiles. Si alguien no podía andarLa mataban y ya está.”

Mientras la columna de mujeres seguía caminando, algunas presas sufrían mordeduras de los perros de los SS. A su madre le flaqueaban las fuerzas, pero Ángeles acababa consiguiendo levantarla cuando se derrumbaba. Fueron días en que dormían en el suelo, en los campos, mientras se cruzaban con columnas de tanques que circulaban en todos los sentidos en el caos  entre el avance de los aliados y la huida de las tropas nazis. Un día, inesperadamente, sus guardianes (que en los últimos momentos habían sido reemplazados por hombres de mayor edad) habían huido. Eran ya libres, pero quedaba por delante un largo camino de regreso. De todos modos, incluso ya de nuevo en Alès, Ravensbrück nunca iba a quedar atrás para madre e hija, y la memoria traumática de su deportación iba a acompañarlas siempre.

Ángeles tras la liberación formó una familia en Alès. Murió el 15 de junio de 2019 en Saint Hilaire de Brethmas (Gard). En su funeral su hermano Ángel Álvarez, condecorado en Francia por su activa participación en la guerrilla contra los nazis, habló emocionadamente de su hermana en el acto de despedida.

Biografía  escrita  por  Begoña  Álvarez  Cienfuegos

Grupo Deportados Asturias


Fuentes:

- Registro Civil

- Amical de Ravensbrück  

- Archivos Arolsen

Documental Nombres para el recuerdo.“Libro Memorial, Españoles deportados a campos nazis”(1940-1945)”. Benito Bermejo y Sandra Checa. Canal UNED


 



1 comentario:

  1. Una vida que podíamos pensar que sólo ocurre en las películas, pero la realidad puede ser mucho más cruel que la ficción

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