domingo, 11 de octubre de 2020

Manuel Fernández López , de Sanzo (Pesoz)

                                                        


Manuel Fernández López nació el 9 de Noviembre de 1901 en la aldea de Sanzo, perteneciente a la parroquia y concejo asturiano de Pesoz. Aparece en su partida de nacimiento registrado  como Manuel Fernández Villamarzo y López de Cela. Era miembro de una familia de abuelos y padres  labradores, su padre se llamaba  Alejandro Fernández y era natural de Sanzo, su madre era Jesusa López, nacida en Allande.

En 1936, cuando comenzó la guerra tras el golpe de estado franquista, Manuel vivía en Suria, Barcelona,  en la calle de la Diputación 16 y era trabajador en las minas del mismo lugar.  Estaba casado con Ana Ros Acosta y  tenía dos hijos: Alejandro y José, nacidos en Suria, además de Magdalena hija del primer matrimonio de su mujer. Manuel fue a parar al frente de Aragón, donde su hermano José había muerto combatiendo al poco tiempo de iniciarse la guerra. Tras la caída de Cataluña bajo el dominio del ejército  franquista sublevado, Manuel formará parte entre el 28 de enero y el 13 de febrero del medio millón de republicanos españoles que tuvieron que tomar el camino del exilio hacia Francia a través de los Pirineos.

Al igual que miles de refugiados fue confinado a su llegada a Francia en uno de los improvisados campos de concentración del sur. Manuel fue internado en el  campo de Argèles-sur-Mer, localizado en la costa de la población homónima a sólo 30 kilómetros de la frontera española. Este campo de confinamiento se situó sobre los bancos de arena de la misma playa, rodeado por tres hileras de vallas metálicas que se abrían al mar, que hacía de barrera natural. Los primeros meses en Argèles fueron los más duros para los exiliados españoles; el frío del invierno aún duraba y enfermedades como la disentería y el tifus comenzaron a hacer mella en aquellos hombres ya debilitados por el hambre y la sed. En total, se calcula que pasaron por el campo de concentración de Argèles-Sur-Mer unos 100.000 españoles cuyo destino fue diverso. El de Manuel fue probablemente formar parte de una de las Compañías de Trabajadores Extranjeros (CTE) militarizadas, teniendo como actividades principales  la realización de trabajos de fortificación en sectores como la Línea Maginot y la frontera francobelga. Debido al emplazamiento geográfico asignado a las CTE empleadas en los sectores fronterizos, miles de ellos perdieron la vida o fueron hechos prisioneros combatiendo a las tropas de la Wechmart en mayo - junio de 1940 durante la ofensiva alemana sobre Francia.

 

Manuel cayó en manos de las tropas nazis y fue  internado con el nº 40651  en  el campo para prisioneros de guerra Stalag VIIA de Moosburg,  en Baviera y a 35 kilómetros al noreste de Munich.  Se le llamaba el campo de los «perros» pues los S.S. patrullaban por el mismo constantemente con perros policías especiales que atacaban donde veían algunos grupos, en los que se intercambiaban objetos unos a otros, o bien, hombres que se dedicaban a buscar las peladuras de patatas para comer. En este destino Manuel Fernández López compartió internamiento con prisioneros de varias nacionalidades y con el también asturiano José Pérez Fernández, de Cangas del Narcea. En un primer momento, todos pudieron acogerse a los acuerdos internacionales que regulaban el tratamiento de prisioneros de guerra, pero desde agosto de 1940 , el ejército alemán cedió , con el beneplácito del dictador Franco, el control y la custodia de los prisioneros españoles a la Gestapo, quien se encargó de separarlos del resto, recabar información sobre su procedencia y actividades político-militares en España y Francia, y finalmente deportarlos.

El día 4 de agosto de 1940, cambiaría una vez más el rumbo para  392 republicanos españoles de Moosburg. Según el testimonio del deportado cántabro, prisionero en el mismo stalag, Ramiro Santisteban : 

 “Fuimos  obligados a formar por un capitán regular, diciéndonos que nos trasladaban a España para la repatriación. En realidad nos  llevaron  a la estación y nos subieron  en pestilentes vagones para el transporte de ganado. Nos dieron un trozo de pan con salchicha  y con eso nos alimentamos dos días. El  convoy llegó  el día 6 de agosto al campo de concentración de Mauthausen, en Austria. No sabíamos dónde estábamos, pero al ver a los prisioneros que trabajaban  con el traje rayado, agotados y famélicos  supimos lo que nos esperaba”.

Este convoy de deportación hacia Mauthausen fue el primero que trasladó prisioneros españoles a los campos nazis. A Manuel le iba a ser asignado el número de deportado 3270 y aparece en la ficha de registro en el campo como minero de profesión. Permaneció en el llamado “campo de los españoles” poco más de seis meses, hasta que el 17 de agosto de 1941 fue seleccionado para ser trasladado  al subcampo de Gusen. En este Kommando situado a 5 Km del campo central , los nazis le asignaron un nuevo número: el 10367.

Consiguió sobrevivir a las vejaciones, el hambre, las enfermedades  y el exterminio por el trabajo hasta el día 13 de octubre de 1941, en que falleció alrededor de las 7.30 h. de la mañana, según figura en la ficha del campo. 

En el mes siguiente Manuel habría cumplido 40 años.

 

Fuentes:

Familia de Manuel  Fernández López

Investigación Grupo Deportados Asturias

Amical de Mauthausen

Ayuntamiento de Suria

Arolsen Archives

Biografía escrita por : Begoña Álvarez Cienfuegos

 

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