Casados en la década de los
noventa del siglo XIX, Francisco Martínez Soto y Francisca Ampudia Nocedo,
vivieron dedicados a la labranza en el pueblo de Calabrez (Ribeseya) de donde
procedía sus antepasados (solo la madre de ella era del vecino pueblo de Sardéu),
en concreto de la casería La Casa Nueva.
Allí nacieron su nueve hijos,
ocho varones y una sola mujer, María Teresa, la última, y postrera detentadora
de la casa natal, que habitaría hasta que por razones de edad pasó a vivir con
su hija a Les Arriendes (Parres). A ella –desde muy joven- le correspondería
“hacer casa” ya que hacia 1926 fallecería su madre. De los varones, tres
emigrarían a Cuba, donde morirían dos de ellos (Avelino y Eduardo), y el otro (regresaría,
en la década de los veinte, estableciéndose como comerciante en Cádiz. En la
casa natal permanecerían los otros tres varones: Jacinto (1900), Manuel (1907)
y Francisco (1909).
Tomas César, era el quinto,
nació en Calabrez[i]
el 19 de agosto de 1904[ii],
y ejerció la profesión familiar hasta que se preparó para su ingreso en el
Cuerpo de Seguridad y Asalto (Guardias de Asalto), que tuvo una importante
expansión durante la II República. Ya en 1934 se encontraba formando parte del
mismo y destinado en Valencia. Ello debió motivar que su hermano Benigno (1913)
terminara ingresando en el mismo cuerpo, tiempo después.
Toda la familia debía estar
alineada con el ideario republicano porque -aparte de estos- sabemos de la
militancia en el PSOE de Francisco y Jacinto, en tiempos de guerra, en la Agrupación Socialista de El Carmen, y este último, ya lo era de la de
Ribadesella, con anterioridad.
En el momento en que se
produce el golpe de estado contra el gobierno republicano Tomás César se
encontraba en Valencia donde asciende a cabo, con efectos de 18 de setiembre de
1936[iii]
y poco tiempo después, “por su
distinguido comportamiento en méritos de guerra”, asciende a sargento[iv],
con efectos de 18 de octubre de 1936. En una reseña de la prensa diaria aparece
en una “Relación de las fuerzas
que han sido ascendidas por el Gobierno de la República como premio a
su heroico comportamiento en los distintos frentes de batallas”[v].
Se hallaba adscrito –en ese momento- a la Sexta Compañía de Especialidades del
citado Cuerpo de Guardias de Asalto.
Posteriormente fue trasladado a Barcelona, quizás en el momento de los refuerzos que el Gobierno mandó a dicha ciudad en mayo de 1938. Allí se afilia a la Agrupación de Socialistas Asturianos de Barcelona, en cuya ficha se recogen además de los datos conocidos, su estado civil, soltero, y su vecindad en Barcelona.
Por noticias familiares
sabemos que su salida de España, quizás en febrero de 1939, lo hizo en compañía
de su hermano, y siguieron juntos hasta el momento de su detención, en que su
hermano Benigno logró escaparse. Pudo esconderse y finalizada la guerra quedó
establecido en Francia. Tomás no tuvo esa suerte y con un gran número de
españoles sería detenido en el norte de Francia.
Rosa Torán,
quien fuera presidenta de las Amical de Mauthausen, reseña[vi] la
trayectoria del que fue “primer convoy de
republicanos a Mauthausen”, cuando
“el 6 de agosto un tren de carga con 398 hombres inauguraba los transportes de
los más de 7.000 republicanos que acabaron recluidos” en Mauthausen y sus
campos anexos.
“El 20 de mayo de 1940 cayeron en manos de
soldados alemanes motorizados y armados con ametralladoras en un bosque cercano
a Amiens, en el departamento de la Somme, desde donde emprendieron su larga
marcha hacia el este”, por toda la actual región de Alta Francia: Cambrai
(Departamento Norte) , Saint Quentin (Departamento Aisne), con “penosas caminatas de cincuenta kilómetros
diarios” que continúa en un “duro
viaje atravesando Bélgica en dos semanas” hasta llegar a Trier,
Renania-Palatinado (Stalag XII-D).
“Al cabo de dos semanas nueva marcha de dos días, en
pleno mes de julio, en los infames vagones de mercancías, sin comida no bebida,
hasta sufrir un nuevo recibimiento de las SS en una estación cercana a Nuremberg,
que les condujo a un nuevo Stalag,
el XIII-A, en Hohenfels-Oberpfalz” donde
fueron interrogados por la Gestapo. No había pasado un mes “cuando les esperaba otro viaje que tuvo como destino un nuevo Stalag, el VII-A en
Moosburg, en el noreste de Munich”. Desde la estación de la capital bávara,
engañados con el señuelo de dirigirse a Linz -a un campo de trabajo- fueron “forzados a embarcar en pestilentes vagones
que, después de 18 horas, llegaron al pueblo de Mauthausen a las 8 de la mañana
del día 6 de agosto de 1940”.
En el
Stalag de Moosburg se le asignó el número 65.124 (dato que aporta el Libro
Memorial –no así la Base de Datos de PARES por desconocer que era asturiano- y
el Memorial Democratic de la Generalitat de Catalunya) y solo esta ultima
registra su paso por Hohenfels, con entrada y salida de dicho centro en julio
de 1940, que si concreta la entrada en Moosburg en julio y la partida hacia
Mauthausen el 5 de agosto de 1940, donde llegarán al día siguiente. A la
entrada en este Campo, a Martinez Ampudia, se le asignó el número 3307.
El
numero de deportados de esta primera expedición de españoles varía según las
fuentes entre 398 (Torán, Mínguez[vii])
y 392 (Salou/Olivares) y respecto al de asesinados Torán (252) señala 24 más
que los otros dos autores.
Stalag VII A Moosburg
Entre los supervivientes del primer convoy de españoles que procedente de Moosburg llegó a Mauthausen el 6 de agosto de 1940, fueron varios los que dejaron algún testimonio escrito del viaje, y alguno alcanzaría notoriedad en la vida interna del Campo. En la Revista Hispania, órgano de las Federación Española de Deportados e Internados Políticos (FEDIP), en su 2ª Época, durante las décadas 1960/1980, aparecieron varios artículos con referencia al mismo. Varios de ellos están recogidos –junto a otros materiales de la FEDIP- en un libro: Los republicanos españoles en el Campo de concentración nazi de Mauthausen, El deber colectivo de sobrevivir, de Pierre Salou y Veronique Olivares[viii].
Sobre
el trayecto, el deportado Eugenio Prat Soler (Santpedor, Barcelona, 1913. KLM
3463) señala, lo que creemos es el mismo recorrido que investigó Rosa Terán,
con algunas diferencias
[…]
“Al estallar la guerra nos trajeron hacia
la línea “Maginot” donde hacía mucho frio y trabajábamos con nieve hasta las
rodillas.
Desencadenada la ofensiva alemana, después
de terribles peripecias, para intentar salir del cerco que nos encontrábamos,
vino el momento en que los alemanes nos hicieron prisioneros. Nos hicieron
atravesar Bélgica a pie, continuamos hasta Holanda donde nos embarcaron hacia
Núremberg, donde nos ficharon a todos. Lo hicieron civiles que hablaban
francés, a continuación nos trasladaron al ‘Stalag 7º’ donde sólo estuvimos 15
días. Allí vinieron unos señores muy bien vestidos que nos dijeron, en un
español tan perfecto como el nuestro (supimos después que eran de las Gestapo),
que nosotros no podíamos ser prisioneros de guerra, que nos iban a concentrar a
todos en un Campo, y desde allí, nos conducirían a España. Nos embarcaron en
vagones de animales.
Después de un viaje de tres días,
desembarcamos en Mauthausen” .[ix]
Ocho
fueron los asturianos que formaron parte del convoy y siete los asesinados,
seis en Gusen y uno en Hartheim, solo se salvó uno (Víctor Cueto Espina) trasladado
al subcampo de Schlier. De ellos cinco lo fueron en el primer lote de españoles
que arribó al nebenlager de Gusen, el
24 de enero de 1941, el riosellano junto a otro asturiano (Manuel Fernández
López) formó parte del segundo gran envío el 17 de febrero de 1941, siendo asesinado
poco más de dos meses después (27 de abril de 1941). Antes de finalizar
noviembre de aquel fatídico 1941, ya habían muerto todos ellos.
Tiempo después
su hermana María Teresa recibiría en Calabrez la carta notificando su
fallecimiento, que conservaba junto a una fotografía de su dos hermanos Tomás y
Benigno vestidos de militares, hecha en Barcelona.[x]
Documentación: José Luis Villaverde Amieva y Maribel Luna
[i] La Foundation de Memoire de las Deportation (FMD) señala como lugar de
nacimiento: “Calabrette, España” [http://www.bddm.org/liv/details.php?id=III.1.#MARTINEZAMPUDIA],
a la que siguen Benito Bermejo y Sandra
Checa, Libro Memorial, españoles
deportados a los campos nazis (LME) . Madrid, Ministerio de Cultura, 2006
(por ello sin determinar comunidad autónoma, pág. 479). La pista para ubicarlo
en “Cabrales” (sic), concejo de Ribadesella, se encuentra en AROLSEN ARCHIVES
(International Center on Nazi Persecution) [https://collections.arolsen- archives.org /en/archive/70763506/?p=1&s =Scemdino&doc_id = 70763506]
[ii] REGISTRO CIVIL DE
RIBADESELLA, Sección 1ª, Tomo 22, Folio 290.
[iii] Gaceta de la República, nº 284, de 10 de octubre de 1936 Ministerio de
la Gobernación, Dirección General de Seguridad (Orden de 8 de octubre de 1936),
en pág. 282.
[iv] Gaceta de la República, nº 328, de 23 de noviembre de 1936, Ministerio
de la Gobernación, Dirección General de Seguridad (Orden de 10 de noviembre de
1936), en pág. 771.
[vii] Mínguez Anaya, Adrián Blas, Campo de Gusen, el cementerio de los republicanos españoles, Ed. Memoria Viva, Madrid 2010. En la base de datos de la Fundación para la Deportación (FMD) figuran 1486 y 39 españoles (http://www.bddm.org/liv/recherche.php).
[viii] París, SARL Ediciones Tiresias, 2008. Publicado originalmente en francés en la misma editorial, en 2005.
[ix]
Salou y Olivares,
pág. 297; del artículo “Los mil y un
azotes recibidos por Eugenio Prat”, publicado en Hispania, nº 65, 2ª época,
octubre 1976. Propiamente el artículo está dictado a Antonio García Alonso, uno
de los “fotógrafos” de Mauthausen, que firmaba sus artículos como Juan Deportado.
[x] La información familiar me fue facilitada por Tita Mier Martínez, hija de Maria Teresa.
Fotografía Stalag: https://stalag-moosburg.de/geschichte/kriegsgefangenenlager/
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