Olvido nació en el barrio gijonés de Tremañes el día 29 de setiembre de 1910 . Su madre se llamaba Carmen Camín García y su padre Manuel Fanjul Olay. Sus abuelos Celestino Fanjul y Teresa Olay, conocida como “La Chispa”, fueron ambos fundadores del movimiento socialista en Gijón junto con Francisco Cadavieco y Eduardo Varela. Olvido era la tercera de los cinco hijos del matrimonio, con cuatro hermanos varones: Belarmino, Celestino, Manuel y Marino. La familia se instaló en el barrio de La Calzada en una de las 102 humildes casas que la empresa vidriera Gijón Fabril destinó para los obreros, en un edificio conocido popularmente como “El Callejón” situado en la actual calle Los Andes.
Sus padres fallecieron
antes del golpe de estado franquista y Olvido empezó a trabajar con apenas 15
años en la fábrica textil de La Algodonera, una de las numerosas fábricas que
conformaban la extensa área industrial de la zona oeste de Gijón por aquellos
años. Estaba afiliada a la CNT y militaba en la Agrupación de Mujeres
Antifascistas, cuya lucha política se va a centrar en ganar la guerra al
fascismo y en la defensa del legítimo gobierno de la II República. En Gijón
organizaron talleres de confección donde fabricaban ropa para los combatientes
y colaboraron con el Socorro Rojo Internacional rescatando y poniendo a salvo a
los niños y niñas que a causa de la guerra quedaron huérfanos o separados de
sus familias.
Pocos días antes del
derrumbe final del Frente Norte republicano y ante la inminente caída de Gijón
en poder de las tropas franquistas, Olvido embarcó en la noche del 23 al 24 de
setiembre de 1937 desde el puerto El Musel en un carguero francés con destino a
Leningrado, tenía entonces 27 años. Su misión era acompañar y poner a salvo a 1.100 “niños de la guerra “ que bajo la tutela de maestros y cuidadores formaron la expedición
dirigida por el maestro de escuela republicano Pablo Miaja hacia la Unión
Soviética.
A la izquierda Olvido con su compañera cuidadora Julia y Milagros, una niña del exilio.
Durante su permanencia en Pushkin, Olvido comenzó una relación sentimental con un militar del ejercito ruso de nombre Dimitri. El 22 de junio de 1941 , cuando los alemanes pusieron en marcha la invasión denominada Operación Barbarroja, su prometido fue enviado al frente y los niños de la Casa de Pushkin fueron trasladados hacia el este ante el avance de las tropas nazis. Olvido decidió quedarse en espera de Dimitri pero nunca más tuvo noticias de él, se cree que pudo haber sido hecho prisionero y ejecutado. En setiembre de 1941 el ejército alemán tenía cercado Leningrado y a finales de este año Olvido fue detenida y enviada a una cárcel de Tallin, capital de Estonia. El general de la División Azul Muñoz Grandes, acompañado de otros jefes militares, estuvo de visita en la prisión de Tallin al tiempo que Olvido se encontraba encarcelada . Estaba embarazada de varios meses y llegó a dar a luz en la cárcel a un niño, al que llamó Dimitri como su padre, pero se lo arrebataron y le dijeron que había muerto. Fue un golpe demoledor para ella que le causó un profundo trauma.
A finales de febrero de 1943, hundida en el dolor, Olvido va a ser trasladada desde la prisión de Tallin al único campo de concentración construido específicamente para mujeres, el campo de Ravensbrück en Alemania, a 90 Km al norte de Berlín. A finales de 1944, las SS instalaron una cámara de gas en este lugar de exterminio, en un barracón al lado del crematorio. Allí, entre finales de enero y abril de 1945, asfixiaron con gas entre 5.000 y 6.000 personas. Olvido Fanjul fue una de las tres primeras mujeres españolas que entró deportada en Ravensbrück. Más de 130.000 mujeres llegaron a ser recluidas allí en el transcurso de la II Guerra Mundial , alrededor de 400 de ellas españolas y cinco de ellas nacidas en Asturias: Rita Pérez de Ribadesella, Leonor Rubiano de Mieres, Natividad Fernández de Oviedo, su hija Ángeles Álvarez de Caborana y Olvido Fanjul de Gijón. Cuatro de nuestras compatriotas asturianas consiguieron sobrevivir hasta la liberación del campo por el ejército soviético el 30 de abril de 1945, Leonor Rubiano fue asesinada en la cámara de gas.
Olvido no pudo
superar la crueldad de que le arrebataran a su bebé y la comunicación de su
“presunta” muerte. Perdió el control de sí misma, dejó de hablar y de comer y
no tenía ganas de vivir. En estas condiciones llegó a Ravensbrück y merced a la solidaridad y protección de
otras deportadas españolas como Elisa Ruiz,
que la obligaron a comer por la fuerza
pequeñas cantidades de la mísera ración,
consiguió salvarse por el empeño
de sus compañeras.
Con el número de
prisionera 18217 realizó duros trabajos de peonaje y también para la industria
de guerra con la empresa Siemens, adosada al campo. Hizo trabajos de soldadura
con autógena para la fabricación de componentes para los cohetes V1 y V2. Nunca
se pudo recuperar de los daños sufridos en la visión por no haber podido utilizar
gafas de protección para soldadura. También llegó a perder por completo con el paso de los años la audición
en el oído izquierdo debido a los golpes de una de las guardianas de las SS.
Entre estas “guardianas de la barbarie” destacó Dorothea Binz, que causaba
terror entre las prisioneras cuando paseaba con su perro entrenado para matar
en cuanto ella daba la orden.
El día 23 de abril
de 1945 llegaron varios autobuses blancos de la Cruz Roja
Internacional, unos días antes de que el ejército soviético liberara el campo
de concentración nazi de Ravensbrück. Evacuaron en ellos a 300 mujeres, la
mayoría francesas, una de ellas era Olvido. Las condujeron a un centro
hospitalario de Gotemburg en Suecia, donde recibieron atención médica durante
unos meses. Después la enviaron a Francia, a una residencia en Arcachón en la
que permaneció hasta mayo de 1946 para
terminar de reponerse. Cuando recuperó la salud no podía regresar a la España franquista, en
la que sólo le esperaba la represión de
la dictadura. Se instaló en Tarbes y empezó
a hacer trabajos en los empleos que iba
consiguiendo.
Tarbes 1947
En 1948 su hermano Celestino le comunica por
carta que su cuñado Gerardo Blanco se encontraba enfermo en Tarbes,
departamento de los Altos Pirineos. Olvido fue a visitarlo y al ver el mal
estado en el que se encontraba se ocupó de cuidarlo hasta que se recuperó. A
partir de entonces unieron sus vidas. Se trasladan a vivir a Cité d’Urac, a una
pequeña vivienda en la zona rural de Tarbes. Gerardo trabaja en la construcción
y Olvido encuentra un empleo en el Chateau d’Urac como costurera. Tuvieron tres hijos: Eloína 1949, Manuel 1951 y
Amelie 1953. Corría el año 1956 cuando pudieron conseguir una casa de
alquiler en un pequeño pero hermoso barrio de viviendas sociales recién
construido por el Ayuntamiento , allí abundaban los exiliados españoles.
Gerardo Blanco Menéndez
había vivido también las consecuencias del golpe de estado franquista y del régimen nazi . Militante del
Partido Comunista y defensor de la República, sirvió como camillero durante la guerra hasta la caída del Frente
Norte y estuvo en la batalla del Mazucu. Durante los
bombardeos sobre Gijón tuvo que huir a
Francia por mar a fines de octubre de
1937. Retornó a Cataluña y trabajó en el
puerto de Barcelona como manipulador de grúas
hasta la derrota final. En febrero de 1939 cruzó a pie la frontera por
Perthus y pasó casi un año en los campos de concentración franceses de Saint Cyprien, Agde, Barcarés y Argèles sur
Mer. Sirvió en una CTE (Compañía de
Trabajadores Extranjeros) en Carcassone , hasta que el 1 de julio de 1943 fue
detenido por las autoridades alemanas y enviado como mano de obra esclava a la
base submarina de Lorient en la región de Bretaña. Permaneció en un campo de trabajos forzados nazi conocido como Lager Franco, trabajando en la realización de
fortificaciones de guerra para la Organización Todt ,
dedicada por los nazis a construir y
reparar infraestructuras civiles y militares en los territorios ocupados,
especialmente a la construcción del llamado Muro
Atlántico, un gigantesco sistema de fortificaciones con el objetivo de impedir
la invasión aliada por la zona occidental de Europa.
Animados por sus
familiares para regresar a España, la familia vuelve a Gijón en enero de 1963.
Unos días antes se casaron y bautizaron a sus tres hijos para no tener
problemas con las autoridades franquistas. Gerardo tuvo que presentar varios
avales para poder recuperar su trabajo en el puerto El Musel. Estos documentos
consistieron en una declaración Jurada, un aval de la Guardia Civil, del cura
del barrio y de la Falange. ¡Qué humillación!. A pesar de esto, estaba obligado
a presentarse regularmente en el Cuartel de la Guardia civil de su querido barrio de La Calzada. Aquí la familia comenzó
una nueva etapa de sus vidas, hasta que Olvido fallece con 90 años en agosto de
2001 y Gerardo en enero de 2005 a la
edad de 94 años.
Biografía elaborada por Manuel y Eloína Blanco Fanjul
Begoña Álvarez Cienfuegos
(Grupo Deportados Asturias)
¡Admirable! ¿Cómo se puede sobrevivir a tanto infortunio?
ResponderEliminar