Henri Sansón nació en la casa
familiar de Arnao, concejo de Castrillón, el 4 de julio de 1912. Sus padres
eran André y Cecile Louise, ambos naturales de París. André Sansón fue uno de
los ingenieros extranjeros que desde mediados del siglo XIX impulsaron la
explotación industrial del yacimiento de carbón situado bajo la playa de Arnao.
El mismo año de 1912 en que Henri vio la luz, la mina comenzó a sufrir filtraciones de agua del mar y poco
después estalló una huelga impulsada por el SOMA, el sindicato minero liderado
por el socialista Manuel Llaneza. Estos graves contratiempos para la empresa llevarían
a su cierre en 1915, lo que muy probablemente motivaría el retorno de la
familia Sansón a Francia. Sabemos que Henri se casó a los 25 años con
Mariette Léone Daune (1911-2000). El joven matrimonio se instaló en Dozulé, una villa del departamento de
Calvados cercana a las playas de Normandía, donde Henri trabajó como secretario
del juzgado. La pareja tuvo tres hijos de los que conocemos los nombres de dos
de ellos: Jean-Claude Sansón (1938-2021), y Annie Sansón (1941-¿?).
Durante la guerra mundial, la familia Sansón participó
activamente en la Resistencia. Por cuanto parece, Henri colaboró con los
servicios de información británicos y al ser detectado por los ocupantes
alemanes fue detenido en abril de 1944. Tras pasar por la prisión de Caen, fue
enviado al campo de tránsito de Compiègne desde donde sería deportado el 4 de
junio al campo de concentración de Neuengamme en Hamburgo. Allí coincidió con
varios centenares de deportados españoles, entre ellos un puñado de paisanos
asturianos recién llegados al campo como José Rendueles de la Sala, Evaristo
Rebollar Fernández , Rafael González Costales, Francisco Cristobal y Luis Valdés.
A comienzos de julio de 1944, cuando aun no llevaba un mes en Neuengamme, Henri Sansón fue transferido a Sachsenhausen. Allí pasaría más de medio año, y muy
probablemente trató a los más de cien españoles del campo, entre los que se
contaba el expresidente de gobierno Francisco Largo Caballero.
A comienzos de febrero de 1945, Henri Sansón fue transferido a
Mauthausen (nº de preso 134713). Asignado a un comando de trabajo fuera del
campo, durante más de un mes construyó motores de avión y piezas de fusiles. El
21 de marzo, posiblemente a causa de su extrema debilidad, Henri fue enviado a
Gusen, conocido por sus compañeros españoles como el matadero. Sometido a
terribles condiciones de trabajo, sin apenas comida y rodeado de todo tipo de
enfermedades, Henri sucumbió el 29 de abril de 1945, pocos días antes de la
liberación del campo.
Tras la guerra, la viuda Mariette Léone abandonó
Dozulé y regresó a su pueblo natal al
pie de los Alpes, buscando sin duda el apoyo de la familia para sacar adelante
a sus tres niños. Los hijos de Henri crecieron sabiendo que el padre había sido
un héroe de Francia, merecedor en 1954 de la medalla de la Resistencia
concedida a título póstumo. Pese a no haber pasado seguramente más que unos
pocos años en Dozulé y haberse desplazado su familia a otros lares después de
1945, tampoco la villa del norte olvidó a aquel ilustre vecino. El
astur-francés no solo está inmortalizado en la piedra del monumento a los
caídos de Dozulé sino que además Henri Sansón da nombre al estadio municipal. En
abierto contraste, su tierra natal desconocía hasta ahora la misma existencia
de este hijo pródigo, que arrastrado por el torbellino de la segunda guerra
mundial, acabó falleciendo en un campo de concentración alemán.
Biografía escrita por Antonio Muñoz
Investigación
realizada por Claudine Bouvet , Antonio Muñoz y Grupo Deportados Asturias.
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