miércoles, 4 de noviembre de 2020

ROBUSTIANO FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ "Tano" , de Candás (Carreño)

 


Nació  el día 14 de abril de 1877, en la casa familiar de la calle Rua, en el seno de una familia de pescadores de la villa de Candás, en el concejo asturiano de Carreño.  Sus padres eran Faustino Fernández y Ramona Rodríguez (fallecida en 1955).  Robustiano era el séptimo de ocho hermanos y perdió a su padre en uno de los trágicos naufragios de pesqueros en los que perecieron muchos marineros candasinos.

“Tano”, al igual que casi todos sus hermanos, no pudo sustraerse a la ocupación familiar vinculada al mar y fue botero.

En 1901 se casó a los 23 años con Ramona García Artime de la Atalaya, de Cardo, y formaron una familia con diez hijos: Juaco, Josefa, Carmen, José, María, Concepción, Ramona, Pilar, Mª Paz y  Lucinda, la menor.

Después de que su hijo Juaco Fernández, militante de UGT, fuera detenido y torturado, Robustiano sintió miedo por su familia tras la entrada del ejército franquista en Asturias. -“No era político. Salía a la mar y llegaba a casa, cosía redes y nasas y volvía a la mar; esa era su vida”, recordaba su hija Lucinda Fernández.

Lucinda había nacido en Candás en 1922 y a los 15 años, tras la caída del Frente Norte en el otoño de 1937, embarcó con su padre desde el puerto El Musel hacia Burdeos. Con ellos iban una hermana de Robustiano y una cuñada con sus hijos.

Ella misma relataba así su paso por Cataluña antes del exilio de la Retirada: “luego terminamos en Cataluña, en el pueblo de Senguín. Cuando los soldados nacionales llegaban por Lérida nos evacuaron de nuevo a Francia “.

Robustiano y su hija fueron internados en el campo de Les Alliers, en las cercanías de la ciudad de Angoulême del sudoeste de Francia. Allí coincidieron con la familia de Galo Ramos y con otros asturianos. En este campo de internamiento los alemanes concentraron a centenares de refugiados españoles: hombres, mujeres y niños. La característica que hacía de este campo uno de los más benignos era que permitía mantener unidas a las familias.

Cuando Angulema fue ocupada por las tropas nazis, la embajada alemana en España preguntó al ministerio de Asuntos Exteriores (Serrano Suñer) si estaba dispuesto a hacerse cargo de los dos mil  “españoles rojos” que estaban internados en Les Alliers, advirtiendo que las autoridades alemanas de ocupación se disponían a alejarlos de Francia. La respuesta de las autoridades franquistas no pudo ser más letal para nuestros compatriotas refugiados de la derrota: Franco se desentendía de ellos por considerarlos apátridas y enemigos del régimen.

El 20 de de agosto de 1940 salía de Angulema un convoy con 927 refugiados españoles en dirección al campo de concentración nazi de Mauthausen, en Austria. Era el primer convoy con población civil de Europa Occidental  hacia los campos de exterminio. Fueron llevados a pie hasta la comisaría de Angulema por policías franceses y soldados alemanes. Una vez fichados, fueron trasladados a la estación de Angulema y encerrados en vagones de ganado. A los españoles les dijeron que iban a la zona libre de Francia pero lo primero que vieron sus ojos, tras cuatro días de viaje, fue a los guardianes del campo de Mauthausen.

Cuando el llamado “convoy de los 927 “ llegó a la estación de Mauthausen  en la madrugada del 24 de agosto, se ordenó bajar a los hombres y a los niños mayores de 14 años, 470 personas ( la cifra sería de 430 en Montse Armengou y Ricard Belis "El convoy de los 927". 2005). Sólo una minoría consiguió sobrevivir hasta el 5 de mayo de 1945, fecha de la liberación.  El resto, mujeres y niños menores de esa edad, permanecieron en el convoy y al cabo de unas horas el tren tomó camino de vuelta en dirección a la frontera española por Irún.

-"Yo me salvé -dijo Lucinda Fernández-. Era mujer y sólo querían hombres. En aquella estación fué la última vez que ví a mi padre."

Robustiano fue ingresado en el infierno de Mauthausen , donde los nazis le impusieron el número 4140. Justo a los seis meses, el 24 de enero de 1941, será seleccionado para ser trasladado a Gusen, subcampo a 5Km de Mauthausen . El 14 de abril, aniversario de la proclamación de la  II República, cumplió  64 años en este campo de exterminio. A pesar de su avanzada edad resistió con vida cinco meses más, hasta su fallecimiento el día 27 de setiembre de 1941 a las 2.20h de la madrugada , según la ficha de registro del campo.

En realidad, Robustiano figura en un listado de la "Foundation pour la Memoire de la Deportation" de españoles muertos en la cámara de gas del Castillo de Hartheim . El mismo día, 27 de setiembre de 1941, que  los asturianos Ramiro Fernández  León (Mieres), Manuel Fernández Medio (Gijón) y Alfonso Fernández Marcos (Tineo). Todos ellos aparecen registrados por los nazis  como fallecidos en Mauthausen - Gusen.

Lucinda relataba que  no supo del  final de su padre hasta aquella tarde en el parque del Muelle de Avilés , en la que Galo Ramos, sobreviviente del campo de concentración  y escritor del libro “Sobrevivir al Infierno. Memorias de una víctima del nazismo” le habla de Robustiano.

 Encontré a Galo Ramos en el parque del Muelle y me contó qué le había pasado a mi padre allá en Mauthausen. Me dijo que había muerto en los hornos. Yo no había vuelto a saber de mi padre desde entonces, desde que los soldados le pusieron en una fila y desapareció.”

La viuda e hijos de “Tano” durante 60 años sólo pudieron suponer que había muerto como millares de españoles en una cámara de gas, o extenuado por el trabajo en las canteras, o de hambre o por los maltratos físicos o de enfermedad. Nunca tuvieron noticias oficiales.

Lucinda Fernández intentó dar a conocer la historia de su padre y la suya propia como exiliada en Francia e integrante del “convoy 927”. Antes de regresar a Asturias estuvo en el orfanato de Fuenterrabía  hasta que su tía la reclamó a través de la Cruz Roja. Según nos cuenta su hija Lucila, fruto de las secuelas psicológicas tras su devastadora experiencia siendo una niña: "Mi madre nunca podía dormir con la luz apagada y era incapaz de subir en un ascensor por la ansiedad que le producía”. Falleció a los 89 años, el día 6 de setiembre de 2014, tras haber dado a conocer todo lo que pudo su historia familiar.

 

Biografía escrita por Begoña Álvarez Cienfuegos

 

Fuentes:

- Familia de Robustiano Fernández Rodríguez

- Arolsen Archives  

- Libro de  Galo Ramos “Sobrevivir al infierno”. Ed. Nardo Villaboy. Diciembre 2002.

- ARMH . Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.

- Documental "El convoy 927 Mauthausen". 2005

- Investigación Grupo Deportados Asturias

 


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