Nació en Gijón el día 13 de
octubre de 1917 en la casa paterna del barrio de La Calzada, según consta en su certificado de
nacimiento. Era hijo de Silverio Rodríguez Álvarez -de oficio jornalero- y de
Cándida Aguado Rodríguez, naturales de Jove (parroquia de Gijón) y de Ávila,
respectivamente.
Por la esquela de su hermana Mª
Luisa, fallecida en Gijón el día 9 de diciembre de 1987, sabemos que Ceferino
tenía siete hermanos: Mª Luisa, Dolores, Argentina, Antonio, Amparo, Luis y
Alicia.
Tras la victoria del golpe de
estado franquista creemos que pudo haber formado parte de la Retirada hacia el
exilio en el invierno de 1939. Aparece alistado en Francia en la 4ª CTE (Compañía de
Trabajadores Extranjeros). El primer destino de esta CTE fueron los
Alpes franceses, donde se instaló en el municipio de Bourg Saint-Maurice, comuna francesa situada en el departamento de Saboya, en la región
Auvernia-Ródano-Alpes.
Coincidiendo con la entrada del
año 1940, la 4ª CTE fue trasladada al norte, a defender la frontera con
Alemania. En la localidad alsaciana de Baerendorf,
los prestatarios sufrieron las bajas temperaturas del invierno y el rechazo de
la población autóctona, que poco a poco fue acostumbrándose a la presencia de
los refugiados españoles. Hecho prisionero durante la invasión alemana de
Francia en mayo-junio de 1940, Ceferino Rodríguez estuvo prisionero en el
frontstalag 140 de la localidad de Belfort (Francia). Desde esta instalación, cercana
al frente de guerra, fue derivado al campo de prisioneros stalag XI-B ubicado
en Fallingbostel, próximo a la ciudad alemana de Hannover (Baja
Sajonia).
Ceferino Rodríguez fue deportado desde la estación de Fallingbostel el día 24 de enero de 1941, en el mayor convoy
de prisioneros de guerra españoles llegado al campo de concentración de
Mauthausen, 1506 hombres en total de los que más del 77% acabarían
asesinados. En el mismo convoy que nuestro compatriota sabemos que iban más de 20 asturianos deportados, entre ellos el asturiano Laureano Navas- nacido en el concejo de Quirós-. Laureano Navas fue uno de los Kapos de Mauthausen-Gusen, término con el que se nombraba a los capataces de los Kommandos de trabajo, jefes de barraca, de limpieza etc. Todos ellos, como deportados, fueron al mismo tiempo prisioneros y verdugos; superando a veces en la macabra vida cotidiana del campo de concentración la crueldad de los propios guardianes SS.
El oscense José de Dios Amill relató
en sus memorias el viaje de este convoy, desde Fallingbostel hasta la
estación de Mauthausen:
“El vagón que nos habían destinado iba
repleto hasta los topes de hombres hacinados como sardinas en lata. […] Nos
dieron un pedazo de pan, un trozo de salchichón y una botella de agua […] Los
dos días que pasamos en aquel tren fueron de continuo sufrimiento […] Cada vez
que cambiaba el turno para estar de pie o tumbados había una hora de intervalo
que servía para comer, charlar y fumar […] los alemanes nos habían dado una
lata de unos diez litros y en ella hacíamos nuestras necesidades. Por turno,
cada dos horas, la vaciábamos en un agujero que había para ello en un rincón
del vagón. […] nos convertimos en unos seres a los que ya nada inmutaba, solo
era nuestra animalidad la que se revelaba […] Ya empezaba a clarear el día
cuando nos hicieron bajar por turno, vagón por vagón, para controlar aquella
avalancha de presos. Descendimos del nuestro a los gritos y golpes de los
terribles S.S, …vimos las calaveras como símbolo de la muerte en sus cuellos,
bocamanga y gorra…Proferían gritos ininteligibles que sembraban el terror”.
Ceferino Rodríguez Aguado ingresa
en el campo de concentración con 23 años, el día 27 de enero de 1941. Se le
asigna el número 5718. En su ficha de
registro en el campo dejaron constancia de que su profesión era vidriero y se
detalla como dirección el nº 20 de la Calle Brasil de Gijón.
De la subida hasta la colina donde
se encontraba el Campo, José de Dios Amill refiere:
“Pronto iniciamos la subida de una colina acuciados por los gritos y los palos de nuestra terrible escolta. Nos resultaba difícil caminar por un trayecto de continua pendiente […] Nos cruzamos con pequeños grupos de cinco o seis hombres que llevaban el traje rayado propio de los presidiarios. Con extremo candor, pensamos que habría allí algún penal sin llegar a darnos cuenta que aquella sería nuestra vestimenta dentro de poco. Lentamente, pero siempre hostigados por los S.S: íbamos ascendiendo por la larga pendiente […] cuando estábamos llegando a la puerta vimos por los alrededores más grupos de presos con traje rayado. Así nos dimos cuenta de que procedían del campo. Por fin apareció ante nuestras miradas la gran portalada que daba entrada al campo y que de verdad resultaba imponente […] La cruzamos y fuimos a parar a una gran plaza donde nos hicieron formar en grupos y filas de cinco, entre todos llenábamos el recinto; probablemente pasábamos de dos mil.”
Permaneció en el campo de Mauthausen durante dos meses, hasta que el 29 de marzo de 1941 fue transferido al campo anexo de Gusen y de nuevo reasignado con otro número de matrícula:11439. Consiguió sobrevivir a cuatro años de infierno nazi, hasta la liberación del campo por parte del ejército estadounidense el 5 de mayo de 1945. Tenía 27 años.
Biografía escrita por Begoña Álvarez Cienfuegos
Investigación Grupo Deportados Asturias
Fuentes:
-
Archivos
Arolsen
-
Banco
de la Memoria Democrática
-
http://cartasdelexilio.free.fr
- José de Dios Amill (Fraga-Huesca, 1910-2002):
“La verdad sobre Mauthausen”, 1995,
Barcelona, Sirius edicions.
-
Registro
Civil de Gijón
No hay comentarios:
Publicar un comentario