domingo, 29 de enero de 2023

Manuel Sordo Ardines, de Quintana (LLanes) (Evadido Tren Fantasma)

 

MANUEL SORDO ARDINES, DE QUINTANA (LLANES)

Antonio Enrique Manuel Sordo Ardines, que sería conocido como Manuel Sordo Ardines, nació en el barrio de La Piñera, del pueblo de Quintana, uno de los seis que componen la parroquia llanisca de Posada, el día 15 de marzo de 1914. Era hijo de Enrique Sordo Póo (*1886), de La Portilla, pueblo próximo a La Villa de Llanes, y Gloria Ardines Obeso (* 1889), del mismo pueblo de Quintana. Llaniscos también eran los progenitores de éstos.

Sus padres tuvieron cuatro hijos más, siendo Manuel el segundo, tras Armando nacieron, Ángel, Pilar y Carmen, dedicándose toda la familia a las labores del campo.

Es probable que hubiera asistido a las clases de la Escuela de Piedra, pueblo próximo a Quintana, que había fundado hacia 1910 el indiano Higinio Gutiérrez Peláez. En su juventud debió de formar parte del gran número de llaniscos, emigrantes temporales, que trabajaron en las tejeras de la parte este de la cornisa cantábrica y norte de Castilla, lo mismo que su hermano mayor, del que si tenemos constancia en esta actividad.

En el momento del golpe de estado contra la II República contaba 22 años y tanto él como su hermano Armando se afiliaron durante el periodo de guerra al Partido Comunista, en la célula de Quintana, del Radio de Posada, fuerte y numerosa, y en él fue elegido (1937) auxiliar del Secretario Político, cargo este ocupado por el maestro de Posada Juan Montero Burgos (Segovia, 1898), a la postre depurado por el nuevo régimen. Su hermano Ángel, menor que ellos, estuvo vinculado a la organizaciones anarquistas.

Durante el período de guerra, estuvo movilizado, sin que sepamos exactamente la unidad de encuadramiento , pero sí que luchó en el frente de Oviedo, donde cayó herido “de bala en la parte superior del brazo derecho, perdiendo el mismo”.

Cuando se acercaba el final del Frente Norte, y el Gobierno de Asturias ordenó la evacuación, dada su condición de mutilado obtuvo permiso para la salida y lo hizo desde Ribadesella, en el mercante inglés Stangrove que salió el 7 de septiembre de 1937 y arribó a la costa francesa, en Pauillac (en el estuario del rio Gironda, departamento del mismo nombre) tres días después. No puede ser otro que el “Manuel Sordo Ordóñez” al que se le señalan “28 años, (propiamente 23) de Asturias” .

Eran los días en que el concejo de Llanes se encontraba en pleno frente de guerra, en los iniciales de lo que se dio en llamar la Batalla del Mazucu, con el frente parado en la línea Barru-Niembru, Valmori, Mañanga, Los Resquilones, Altu la Tornería, y Peñablanca. En este viaje fueron evacuados 686 personas, ancianos, mujeres y niños y un buen puñado de mutilados, del total 495 asturianos, y de ellos más de 60 llaniscos.

De allí, fue conducido a Cataluña, junto a la práctica totalidad de evacuados, donde residió hasta el final de la guerra. Lo encontramos en un anuncio de La Vanguardia requerido junto a otros mutilados de guerra de Asturias para el abono de sus haberes.

Al finalizar la guerra, en la conocida como “Retirada”, en febrero de 1939 pasó a Francia, donde fue internado el algún campo del sur de Francia (todos los indicios apuntan al de Argelès-sur-Mer). Como tantos otros republicanos españoles, enfermos y mutilados de guerra, terminó en el Campo de Noé, cerca de Toulouse, un recinto fuertemente custodiado reconvertido en campo hospitalario en febrero de 1941. Por Noé pasarían unos 600 judíos y unos 900 republicanos españoles, entre ellos muchos ancianos y enfermos.

Posteriormente fue trasladado al campo de Le Vernet, en el departamento de Ariège, sesenta kilómetros al sur de Toulouse. Durante la segunda guerra mundial, 40.000 presos políticos y judíos pasaron por este siniestro campo, desde el que se deportó a los judíos a campos de exterminio como Auschwitz a partir de septiembre de 1942. Al final en Le Vernet ya solo quedaban unos centenares de presos, muchos exiliados republicanos, entre ellos los médicos del campo Vicente Parra Bordetas y Juan van Dyck Martínez.

El 30 de junio de 1944 los alemanes decidieron cerrar el campo y deportar a 398 hombres y 5 mujeres al Reich. Más de la mitad de ellos eran republicanos españoles. El largo viaje comenzó con un traslado en camiones y autocares hasta la estación de tren de Raynal en Toulouse, donde fueron encerrados en el cuartel de Caffarelli. El 3 de julio de 1944, el convoy de vagones de ganado partió de la misma estación de Raynal. Comenzaba el largo viaje del “Tren fantasma”, el último transporte de deportados desde Francia con destino a los campos de concentración en Alemania.

La primera estación del convoy fue Burdeos. Allí los prisioneros pasaron varios días antes de partir hacia Angulema. En vista del avance de las tropas aliadas por el norte de Francia, el convoy regresó a Toulouse, y desde allí se dirigió al valle del Ródano, pasando por Lyon, Dijon y Metz. Durante el largo y lento trayecto se iban añadiendo nuevos “viajeros” procedentes de diversas prisiones y campos. Pero también algunos consiguieron escapar, varios asturianos. Tras casi dos meses de tortuoso y agotador viaje, el 28 de agosto de 1944 el “Tren fantasma” llegó a Dachau. Allí quedaron 660 hombres, de ellos más de 250 españoles. El tren continuó viaje hacia el norte de Alemania con 64 mujeres, que ingresaron el 1 de septiembre de 1944 en Ravensbrück. De las 724 personas deportadas en este transporte, 226 sobrevivieron y 246 fallecieron durante el cautiverio. Unos 160 se fugaron, ya durante el transporte, ya del campo de concentración.

Por los testimonios indirectos de sus familiares y conocidos sabemos que Manuel Sordo se evadió levantando las tablas del vagón en que viajaba, ya al final del trayecto, en las proximidades de una de las últimas estaciones antes de llegar a Alemania, cuando el tren aminoró la marcha para hacer una parada y junto a otros dos deportados. Todo parece indicar que fue el 26 de agosto de 1944, en la zona de Neufchâteau. Durante dos días estuvo en una alcantarilla y en el lodazal tuvo que defenderse de que las ratas no mor-dieran sus pies .

Al finalizar la II Guerra Mundial se asentó en Montauban (ciudad de resonancias republicanas) dedicado a faenas agrícolas y tras el largo exilio alcanzó a ver el final de dicta-dura franquista y pudo regresar a España, en donde pasó largas temporadas. Sus últimos días los vivió retirado en Quintana, donde murió a los 82 años, siendo enterrado en el cementerio de Ribera.

Anexo

Los asturianos del Tren Fantasma (3.07.1944 - 09.08.1944/28.08.1944) en el Libro Memorial.

En el Libro Memorial: españoles deportados a los campos nazis (1940-1945) son ocho los deportados asturianos allí reseñados, como integrantes del convoy que partiendo de Burdeos (Gironda-Francia ) el 9 de agosto de 1944, arriba a Dachau (Baviera-Alemania) el 28 de agosto, tras un periplo que se había iniciado en Toulouse el 3 de julio y que se acabaría conociéndose como ‘Tren Fantasma’. El total de españoles transportados en el mismo sobrepasó las 250 personas.

Los procedentes de Asturias –como la mayoría de los españoles- habían partido del Campo de Concentración de Le Vernet d’Ariége , son los siguientes: Alonso Cueto, Antonio (Mestas de Ardisana- Llanes); Álvarez Requejo, Luis (natural de Corcubión, A Coruña, y afincado en Infiesto-Piloña); Artime Fernández, José (Luanco-Gozón); Magdaleno Forcelledo, Alberto (Ujo-Mieres); Suárez Cueto, Luis (Oviedo); Suárez Molina, Serafín (Salinas-Castrillón); Sotura de Leiva, José (La Felguera-Langreo); y Vega Viejo, José (Boo-Aller) .

El convoy arribó al Campo de Concentración (KZ) de Dachau, con siete asturianos, donde fueron matriculados –sus números oscilan entre el 94059 y 94286- a excepción de Sotura de Leiva, que figura como evadido (“E”) antes de arribar el tren a dicho campo, él es el único de los asturianos que figura como tal. De los siete restantes algunos quedarían en Dachau, y sus kommandos y en dicho campo moriría Luis Álvarez Requejo, conocido como Lulo, el 13 de febrero de 1945, y Alberto Magdalena Forcelledo , en marzo de 1945; de Alonso Cueto sabemos que fue trasladado a Sachsenhausen.Oranienburg.

Los cuatro restantes todos fueron liberados, aunque las circunstancias no son sabidas en todos los casos. La fuente señalada dice que lo fueron en Dachau, el 29 de abril de 1945, fecha de liberación del campo, solo Suárez Molina, y Artime. Hoy sabemos que también que Suárez Cueto fue liberado en Dachau el 29.04.1945 , lo mismo que Vega Viejo, que parece fue liberado en dicha fecha pero que nada se supo a partir de la misma .

Los asturianos evadidos

En el Libro Memorial de José Sotura de Leiva se señala que su evasión se produjo el 18 de agosto de 1944 en Avignon, aunque propiamente fue en la localidad de Aramon, departamento de Gard, en concreto en el denominado Túnel de Aramon, aún existente, cerca del río Ródano. Aunque se habla de una decena de evadidos, con certezas se sabe de otros dos más, uno de ellos español, Manuel Aparicio.

Además de este langreano hubo otros tres asturianos – no citados - evadidos del Tren fantasma, Álvarez, Ángel (Langreo); Sordo Ardines, Manuel (Llanes); y Andrés Santos, Alfredo (Gijón), y salvo el primero (incorporado en Toulouse) los otros dos procedían de Le Vernet .

En conclusión, fueron once en total los asturianos que partieron en el convoy: cuatro evadidos y siete internados en Dachau (de estos, uno trasladado a otro campo; dos fallecidos allí; y cuatro allí liberados, careciendo de datos posteriores de uno de ellos).

José Luis Villaverde Amieva

(Documentación Maribel Luna Baragaño)


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