Entrada al campo de concentración de Sachsenhausen
Manuel nace el 20 de agosto de 1907, en Oviedo. Hijo de Feliciano Vázquez,
natural de San Julián de los Prados, jornalero y domiciliado en San Esteban de
las Cruces y de María Villa Fernández,
natural de Olloniego. Conocemos dos
pequeñas referencias a su familia: en
1901, su padre Feliciano, presenta solicitud de registro de la mina de hulla
que se conocerá con el nombre de “La Abundante”. Su madre,
María Villa, que se
dedicaba a la venta de leche, fue
multada en 1940 con 1.000 pesetas por hacerlo a precios abusivos. Acciones que se enmarcan dentro de la
represión que sufrieron muchas familias por pertenecer o tener alguna relación
con los defensores de la
República.
El 27 de julio de 1928, según el BOPO, Manuel Vázquez figura en la relación de los
mozos declarados prófugos por la Comisión rural de Quintas, al no comparecer al
acto de clasificación.
Al estallar la guerra, Manuel ya se encontraba viviendo en
Francia, concretamente en Champigny-sur-Marne, comuna francesa situada en el departamento
de Valle del Marne. Allí vivía con su mujer
Juana Tamiera y trabajaba como peón caminero. Estaba
afiliado al Partido Comunista Francés. Curiosamente, en la actualidad y en ese mismo lugar, se encuentra el “Musée
de la Résistance nationale”, dedicado a
la Resistencia francesa.
Al producirse el golpe de Estado en España y estallar
la guerra, Manuel regresa a su país natal a defender la
legitimidad de la República. Es muy
posible que, en algún momento, se le pasara por la cabeza no volver, pero los valores de responsabilidad,
solidaridad y compromiso, eran lo que más destacaría de aquella generación de luchadores incansables.
El 13 de diciembre de 1936 se alista en las Milicias Vascas
Antifranquistas (MVA) de Madrid, que
tenían como comandante al barítono donostiarra Julián Sansinenea. Coincidiendo
con el ingreso de Manuel Vázquez se llevó a cabo una reestructuración para
convertir a la columna en un verdadero batallón vasco, pasando a desplegarse en
el frente de Moncloa, donde quedó integrada en la nueva 40ª Brigada.
Frente al paseo que apropiadamente lleva el nombre del compositor de zarzuelas Ruperto Chapí, los vascos defendieron con uñas y dientes sus posiciones, hasta que en enero de 1937 fueron trasladados al sector vecino, frente a la Perfumería Gal. Desde allí, un grupo de voluntarios irundarras se lanza a reconquistar las oficinas de la Junta Constructora de la Ciudad Universitaria. La buena racha de las Milicias Vascas llega a su fin cuando se les encomienda tomar el Hospital de Cirugía Infantil del Instituto del Cáncer, que se levantaba en una colina a un centenar de metros frente a sus posiciones. El 3 de marzo de 1937, por orden del comandante Sansiniesa “Sansi”, Manuel Vázquez causa baja, desconociéndose su nuevo destino.
Al terminar la guerra en
España, vuelve a Francia, para seguir luchando, ahora, contra el nazismo. Allí
entra en contacto con la Resistencia, formando parte del grupo denominado
Francotiradores y Partisanos Franceses (FTPF), creado por el Partido Comunista
francés (PCF), a partir del 1 de junio de 1941. Se le reconocería como soldado
de segunda clase.
El 27 de junio de ese mismo año, es detenido en su
domicilio de Champigny por la policía francesa de Nogent-sur-Marne. Es
internado en el Fort de Romainville, lugar
de tránsito que pudo albergar hasta 7.000 combatientes de la resistencia antes de su
deportación a los campos.
Posteriormente fue
trasladado al campo de Royallieu en Compiègne, desde donde sigue realizando acciones clandestinas. Se dedica a pasar correspondencia, hacer sabotajes al almacén de aprovisionamiento
y también organiza
un grupo de solidaridad entre los prisioneros.
Desde la
estación de Compiègne, salieron 40 convoyes que trasladaron a 40.000 hombres y
mujeres a los campos de exterminio. De allí partió Manuel el 25 de enero de
1943, en
uno de los tres convoyes en dirección
a Sachsenhausen junto a otras 1.557 personas. Entre ellas, 66 de
nacionalidad española.
En este convoy y según el
testimonio de José Carabasa, las condiciones eran terribles:
“Era un convoy impresionante: éramos unos 2.000 prisioneros. La mayoría franceses y los demás polacos y españoles. Desde la estación de Compiègne hasta la estación fuimos cantando canciones revolucionarias y patrióticas… En cada vagón íbamos de 70 a 80 presos. Con una gran lata en medio para hacer nuestras necesidades y a veces de noche los excrementos caían en la cara de los que estaban acostados cerca del retrete colectivo”.
A
la llegada de Manuel
Vázquez a Oranienburg, al campo de Sachsenhausen, es matriculado con el número 58833 y enviado al bloque 17. Este lugar es controlado por el régimen
nazi entre 1936 y 1945 como un campo destinado principalmente a
prisioneros
políticos. Probablemente es el único campo de concentración al que los presos bautizaron con un
diminutivo: "Sachso”. Nuestro
compatriota fue destinado para trabajar en el Kommando Heinkel, fábrica de
aviones donde las condiciones eran pésimas,
según nos cuenta Felipe Noguerol, trabajador de esta industria:
“Un grupo importante fue
destinado a la fábrica de aviones de Heinkel. Entre
los 8.000 prisioneros empleados en ella 41 éramos españoles. Por eso lo
llamaban Komando Heinkel, aunque en realidad era un auténtico campo anexo. Se
trabajaba día y noche y el ritmo de producción era agotador. Esto, añadido a la
pésima comida que nos daban y a los malos tratos recibidos, sin olvidar las
epidemias que se declararon, sobre todo el tifus y la disentería, provocaría
una gran cantidad de muertes”.
Según el relato de José Carabasa, cada 14 de abril, los españoles del campo de "Sachso” y después de varias semanas robando la comida de la cocina, celebraban, bajo un silencio absoluto y con patatas y pan, la proclamación de la República, por la que tanto habían luchado y en la que tanto habían perdido.
A mediados de abril de
1945, ante el avance de las fuerzas de liberación, se evacúa a una parte de los prisioneros,
en las
terribles “marchas de la
muerte".
Los que estaban enfermos o
inválidos, como Largo Caballero, se quedan
en el campo, abandonados a su suerte.
Manuel Vázquez, sobrevivió a esta terrible situación,
salvando su vida. Volvió a Francia, estableciendo su domicilio en la rue Guittard, en Champigny sur Marne.
Desconocemos cual fue su destino final.
Esperamos que las futuras generaciones, puedan seguir
este ejemplo, de compromiso y lucha por las libertades.
Biografía de Maribel Luna
Baragaño
Grupo Deportados Asturias
Fuentes:
Archivo de Sachsenhausen
Arolsen Archivos
BVPH (Biblioteca Virtual de Prensa Histórica)
CDMH (Centro Documental de Memoria Histórica)
Diario Deia del 21 de marzo de 2020
Hemeroteca El Comercio
Registro Civil de Oviedo
SHD (Service Historique de la Défense) – GR 16P 586515
https://amical-mauthausen.org/wp-
content/uploads/2021/03/Sachsenhausen.pdf
https://www.sachsenhausen-sbg.de/
Eduardo Pons y Mariano Constante: Los cerdos del
comandante, 1978, Barcelona, Ed. Argos Vergara
Guillermo Menéndez Quirós, Milicias Vascas Antifascistas,
Sare Antifaxista, Bilbao, 2021 (Cómic)
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