José María Cueto Rodríguez,
nació en Gijón (carretera de Villaviciosa, número 2), el 12 de agosto de 1909.
Era hijo de Celestino Cueto Álvarez (1882), de profesión jornalero, al momento
de su nacimiento, y de Facunda Rodríguez Meana (1885), ambos naturales de Deva
(Gijón). En ambos casos sus madres de la misma parroquia gijonesa, siendo sus
padres oriundos de San Justo (Villaviciosa) y Vega de Poja (Siero),
respectivamente.[1]
Era el mayor de siete hermanos, de los que seis Vivian aún en el momento del
fallecimiento de su padre, en 1962.
Contrajo matrimonio en 1930,
en el otoño de dicho año, con Oliva Pardo Menéndez, vecina de la también
gijonesa parroquia de Jove.
Desconocemos más datos, tanto
de él como de su familia, hasta que se produce la situación de guerra, motivada
por el golpe de estado de 18 de julio de 1936 contra la República. Todo parece
indicar que debieron estar viviendo en Gijón, y en ese momento ahí se encontraban.
También desconocemos el hecho de si José María hizo el servicio militar o no,
lo que es probable dado el posterior llamamiento del que tenemos noticias.
Su padre, Celestino Cueto,
trabajó en la Fábrica de Loza (“La Asturiana”, ubicada en el Natahoyo) y estuvo
afiliado al Sindicato de la Cerámica de la Confederación Nacional del Trabajo
(CNT) con amplia implantación en Gijón.[2]
Sin embargo desconocemos la afiliación política y sindical de su hijo, más allá
de su fidelidad republicana, o de su colaboración económica con la institución
Socorro Rojo Internacional, que la policía franquista tan detalladamente anotó.
Ante la prevista movilización
militar por razones de edad en 1937, cuando contaba 28 años, por su pertenencia
a las quinta de 1929, solicitó la exención para la misma dado el puesto que
ocupaba. Estaba adscrito, de hecho debía tener el estatus de funcionario, en la
Consejería de Propaganda y todo parece que la exención estaba justificada y
avalada por el propio Consejero, Antonio Ortega. Dicha petición fue denegada y
en réplica a dicha decisión se solicita que una vez incorporado a filas sea
destinado al servicio que estaba desarrollando. José María Cueto era mecánico y
chófer en la citada Consejería (“eficacísimo
auxiliar como mecánico ya experimentado en esta clase de trabajos de nuestros
operadores.”). , en uno de los servicios que la misma estaba llevando a
cabo: el Servicio del Cine del Frente Es el propio Consejero el que dirige al
Presidente de la Comisión de Guerra de Gijón, oficio del siguiente tenor
literal:
“Cuando elevamos a la
Comisión de Guerra, nuestra petición de exención para José María Cueto no
expresamos sin duda por distracción producida por nuestras muchas ocupaciones
con la debida claridad, para mejor juicio de esa Comisión, los servicios que
tenemos confiados en este Departamento al referido empleado que por su índole
le hacen necesario a nuestro servicio. José María Cueto Rodríguez, es chofer
mecánico al servicio del Cine del Frente, sección de esta Consejería que puede
decirse tiene un carácter militar y por la que llevamos a nuestros milicianos
un momento de distracción, al pie de las misma trincheras: Conoce perfectamente
su cometido y es eficacísimo auxiliar como mecánico ya experimentado en esta
clase de trabajos de nuestros operadores. Todas estas circunstancias nos mueven
a dirigirnos nuevamente a esa comisión en petición de que dicho recluta, una
vez incorporado a filas pase nuevamente a nuestro servicio para continuar con
carácter militar. Suyos y de la causa antifascista. Gijón 29 de setiembre de
1937. El Consejero. Antonio Ortega.”[3]
Antonio
Ortega Fernández de la Granda, profesor y reconocido escritor, era miembro de
Izquierda Republicana, y accedió al Consejo Interprovincial de Asturias y León en
la remodelación que Belarmino Tomás, su presidente, llevó a cabo en diciembre de 1936. Ocupó la
consejería de Propaganda, y la Secretaría del Consejo, y organizó en dicho
departamento, no sin dificultades, una serie de acciones culturales, y entre
ellas el cine, estuvo presente. Jesús
Mella en una espléndida conferencia[4],
en el centenario de su nacimiento nos señala:
Otra de las facetas no descuidadas por
el Departamento de Ortega fue el cine, medio eficaz como instrumento de
influencia en las multitudes. Noticiarios y películas soviéticas de realismo
social o arte proletario, como se decía entonces, que en absoluto eran del
agrado de Ortega pero que, a falta de otras, constituían la propaganda en
Asturias del cinema de contenido social y revolucionario.
El Departamento solía realizar con
antelación proyecciones privadas en el Teatro Robledo, y para ello invitaba a
pases nocturnos a todos los jerarcas de
las organizaciones sindicales y políticas del Frente Popular gijonés. Filmes
que después la Consejería de Propaganda proyectaba una y otra vez, aquí y allá,
conscientes de su papel en las masas y en los batallones. Era, sin duda, el
complemento propagandístico a la contribución militar de la Rusia de Stalin y
que distribuía la Sección de Propaganda Cultural del Ministerio de Instrucción
Pública, en manos del Partido Comunista de España-
En la prensa de época aparecen referencias a las acciones
llevadas a cabo por el equipo de cine, que debió estar formado por un
chófer-mecánico y un operador, en los lugares en que las tropas estaban
acantonadas, en zonas próximas a los frentes:
El equipo de cine[5]
del Departamento ha salido nuevamente con dirección a La Manjoya, Villamanín,
Pola de Gordón, y otros lugares de Asturias y León.
Durante estos días, el equipo de cine
sonoro del Departamento continúa su labores de propaganda en los frentes con la
proyección de películas de actualidad para los milicianos. En la tarde de ayer salió nuevamente en
dirección a Colloto, comienzo por nuestras líneas avanzadas de lucha.[6]
Aunque
no tengamos mas referencias de este concreto equipo de cine, ni sepamos de
fotografía alguna sobre él, sí tenemos referencia de otro:
“El Estado Mayor del Norte, bajo la
jefatura del general Ulilbarri, dispuso de una sección de propaganda integrada
por un grupo heterogéneo de personas”. Se trataba de un “reducido equipo,
instalado en el Palacio de las Magdalena” que grabó imágenes para noticieros y
documentales. “Se montó también un
elemental equipo de difusión (un camión con dinamo) que recorría los
campamentos del frente con programas integrados en su mayor parte por filmes
soviéticos”[7]
De José María Cueto no
conocemos detalle alguna de su posible salida por mar a Francia, y retorno a la
España republicana, en Cataluña, ni de su llegada a Francia tras la Retirada, ni de su internamiento en los
campos de internamiento del sur de nuestra país vecino. Tampoco su peripecia en
la Francia ocupada hasta ser detenido, ya que no aparece en las listas de
detenidos, que fueron en su mayoría trasladados a los stalags, uno de ellos en
Estrasburgo. El parte del Stalag numero V-D, instalado en dicha ciudad el 11 de
diciembre de 1940 hacía Mauthausen. Allí llegó el 13 de diciembre de 1940,
donde se le asigna el número de matrícula 9162. El 24 de enero de 1941, fue
destinado a Gusen, y fue matriculado con el 45367. Aquí estuvo hasta la
liberación del campo, el 5 de mayo de 1945.
Una vez liberado sabemos que
regresó a Francia donde vivió con su
esposa, haciendo alguna visita a España, a
visitar a su madre hasta el fallecimiento de esta.
Biografía elaborada por Esther Martínez Álvarez y José Luis Villaverde Amieva
Documentación- Maribel Luna Baragaño
Investigación familiar- Lourdes Cuetos
Grupo Deportados Asturias.
[1] Registro Civil
de Gijón, Sección 1ª, tomo
19, folio 41.
[2] Periódico CNT Gijón, nº 4, pág. 6. 4 de enero de 1937 (Documental de la
Centro Memoria Histórica - CDMH,
Salamanca)
[3] Documental de la Centro Memoria
Histórica (CDMH, Salamanca), Gijón serie K, carpeta 25, folio 367.
[4] Pronunciada
en el centenario del nacimiento de Antonio Ortega, en el Ateneo Obrero: http://jesusmella.blogspot.com/2014/07/antonio-ortega-en-la-trinchera-de-las.html
[5]Jesús Mella, Ibid.: “Aparte del propio consejero, en principio formaron parte del personal fijo del Departamento de Propaganda: Joaquín Álvarez de la Roza, como secretario; el estudiante de Filosofía Luis Álvarez Piñer como secretario de Prensa y Literatura; Manuel Antonio Pinilla Gutiérrez, nacido en Cuba y jefe de oficinas; Horacio Laca Ruiz, de tan sólo 19 años y redactor de Radio P.F.P.; Alfredo García González; el chofer y mecánico José María Cueto Rodríguez; Amaro Alonso Iglesias, que contaba con 66 años y era el conserje; José Antonio Martínez, operador de cine; y Juan Busquets, fotógrafo. Los dos últimos serían movilizados al frente bélico en fecha temprana. Pasado el tiempo fueron adscritos al servicio de información de guerra de la Consejería: el langreano Ovidio Gondi y el gijonés Juan Manuel Vega Pico. El Departamento contó también, durante el transcurso de la contienda, con otros colaborares, entre los que destacamos al joven artista Germán Horacio Robles.”
[7] Ramon Sala Noguer, El Cine en la España republicana durante la Guerra Civil, Bilbao,
Ediciones Mensajero, 1993, pág.187
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